Historia de la lechuga romana

Historia de la lechuga romana

La lechuga romana es uno de los ingredientes más tradicionales en la dieta mediterránea, los persas, griegos y romanas ya la colectaban y gozaban de sus propiedades. Esta hortaliza es la más usada en la alimentación del día a día, y su frescura la hace perfecta para la elaboración de ensaladas. Además de todo esto, la lechuga lleva años cultivándose, logrando así estar presente en distintas épocas y lugares a lo largo de la historia del mundo.

El primer cultivo de lechuga romana se dio en el antiguo Egipto, cerca del 2680 a. C., utilizada para la obtención de aceite proveniente de sus semillas. Los egipcios progresaron en su cuidado hasta obtener la hortaliza con hojas comestibles que conocemos a día de hoy.

Llegó a considerarse una planta sagrada a causa de Min, dios de la reproducción, por él comenzaron a colocarse lechugas cerca de sus representaciones cuando se le adoraba. Como resultado a su uso en ceremonias religiosas se dio la creación de cantidad de imágenes representativas en tumbas y murales, siendo estos los primeros registros de la lechuga de la historia.

La lechuga cobró un gran protagonismo en el Gran Imperio, pues ayudó a superar una dolencia grave a un gran emperador, Augusto, que por recomendación de su doctor basó su alimentación en dicha verdura, hecho que mejoró considerablemente su salud y marcó un gran hito en la historia.

Nunca una dieta de lechuga y unos baños fríos hicieron tanto por un Imperio

Antonio Musa, doctor de Augusto

Tras esto, comenzó su extensión por el resto de Europa, donde se le dio gran importancia a su cultivo por sus ya conocidas cualidades medicinales popularizadas tiempo atrás.

Con un cultivo extendido a lo largo del mundo, y considerándose un básico en cualquier cocina, la lechuga ha mantenido su popularidad hasta el día de hoy, llegando a considerarse la hortaliza por antonomasia. Además, cada día se extraen nuevos beneficios de esta para la salud, siendo así una gran protagonista en la alimentación diaria de miles de personas. Su cultivo ha avanzado a lo largo de las décadas, su evolución constante ha llevado a hallar otras variedades como la lechuga baby o los cogollos, que han logrado una gran notoriedad en el mercado.